lunes, 15 de enero de 2018

La "correspondencia grafema-fonema" ("Conoce todas las letras pero no puede escribir")

Cuando deletreamos o cuando pensamos en cómo están conformadas las palabras, podemos llegar a aislar sonidos y también a pensar que a cada sonido (fonema) le corresponde una marca sobre el papel o un lugar en el alfabeto (grafema). Parece una sensación o impresión psicológica que tiene el sujeto ya alfabetizado.

En algunas definiciones de dislexia, encontramos la deficnición de lectura como "decodificación", que sería la capacidad de hacer corresponder un grafema a un fonema y es propio de las personas que ya están alfabetizadas.
No interesaría por qué etapas previas pasó el infante antes de poder hacer corresponder un grafema con un fonema porque ni siquiera hay etapas previas o un niño que piense algo sobre su entorno (su entorno está conformado por palabras, textos, letras y el infante construye alguna teoría sobre eso que lo rodea). Así, desde este enfoque, el niño parecería aprender a través del "machaque" constante de letras y sonidos, hasta que algún día se da cuenta que eso que aprendió suelto debe unirse de alguna manera para que tenga sentido.
No es casual encontrar docentes que expresen sorprendidos: "Conoce todas las letras pero no puede escribir" .

Por otro lado, es importante mencionar que la correspondencia grafema-fonema estricta sólo se daría con 6 letras del abecedario: A - E - O - F - T - L

Hallando: Retricciones directas
  • Hay consonantes que comparten sonoridad con otras (SZC - BV - Y LL - CKQ - GJ - YI).
  • Otras que remiten a más de un fonema CGR, según esté al inicio o entre vocales y H que no tiene sonido cuando precede a una vocal, siendo irónicamente muda, pero sí tiene sonido cuando está antecedida por la C, como en"chancho". La docencia, muy hábil, sigue llamando a esta convención ortográfica "la letra cehache", pero esta no figura en el alfabeto. La otra ingeniosa solución fue la de denominar a la "elie"a las dos letras L que aparecen juntas en, por ejemplo; "lluvia", pero la "elie" tampoco figura en el alfabeto.
  • La U no suena si está con G ó con Q.
  • M y N comparten sonoridad (Ej., envase).
  • La D es a penas insinuada si está al final de una palabra.
  • P comparte sonoridad con B cuando precede a determinadas consonantes (Ej., opción).
Un plus a este listado:
La R a veces suena como una R sola y a veces aunque la palabra se escriba con una sóla R suena más fuerte, como si fueran 2.
¿Cuántas veces el docente le dice al alumno que determinada palabra va con " R de ratón"? Bueno, esa R suena como si fuera la doble R y la R de ratón no sirve para indicar cómo se escribe la palabra "madera" porque es más débil. Entonces acá tampoco se cumpliría la llamada correspondencia grafema-fonema. Si fuera así, el alumno escribiría "RRATÓN".
Palabras con este problema son, a modo de ejemplo:

Ratón
Rana
Rama
Radio
Rato
Rema
Remera
Rinoceronte
Rincón
Rito
Roto
Rueda
Etc.

Es decir, si la R está al inicio es más fuerte pero si está en el medio, puede ir con doble R o con una y sonar débil.

El asunto se complica cuando las palabras no son de uso cotidiano y entramos al mundo de los sustantivos propios. Los problemas se presentan en nombres como:

Ximena
México
Jonathan
Etc.

La cuestión vuelve a complicarse con los grupos consonánticos y los ejemplos se pueden multiplicar por mil.